lunes, 25 de junio de 2012

Tres rounds con Teófilo Stevenson (+ Audio y Fotos)

Este 12 de junio amaneció con la noticia de la partida, a los 60 años, de uno de los más grandes del deporte cubano, latinoamericano y mundial, el boxeador Teófilo Stevenson  Laurence.


Busqué inmediatamente con profundo dolor las fotografías recientes que lo muestran sonriente, en las que aparezco a su lado. Todos los de mi generación y los que me anteceden recordamos que cuando se anunciaba: “hoy pelea Stevenson”, todo el pueblo, incluidos mujeres y niños, esperaban el momento de ver sobre el ring a ese hombre de pocas palabras y mucha acción, de coraje y valentía, sencillo y modesto. Sus valores, unidos a su fidelidad y patriotismo, lo elevaron más alto que sus seis pies y dos pulgadas.

Siempre el “Teo”, como le llamaron los más cercanos, dedicó sus triunfos y medallas a su pueblo y al padre del deporte revolucionario: Fidel.

Stevenson junto a Fidel Castro

Tres veces campeón olímpico y mundial, el más digno abanderado de las delegaciones deportivas cubanas, el que ante las jugosas ofertas millonarias no vendió el amor de su pueblo, siempre transmitió con su recia figura y afable personalidad, valor y orgullo a los jóvenes atletas.


Hace poco más de un mes, exactamente días 8, 9 y 10 de mayo, lo tuvimos en nuestra emisora Radio 26, en TV Yumurí, en el estadio Victoria de Girón y en las plazas y parques de esta ciudad de Matanzas, en compañía del popular periodista Reynaldo Taladrid. Asistió como invitado de las autoridades de la provincia de Matanzas a la etapa semifinal de la 51 Serie Nacional de Béisbol.

Reynaldo Taladrid (Izquierda), Leo García (Centro) y Carlos Benítez (Derecha)

El locutor Carlos Benítez y yo estuvimos junto a ellos durante las tres jornadas en el móvil de radio y en la cabina de la revista de variedades En la radio, cuyo tema central era la pelota. El programa se hizo polémico, puesto que el conductor del programa Pasaje a lo Desconocido vino a defender a los azules de Industriales en la casa de los Cocodrilos y no recibió mucho apoyo cuando su propio compañero de viaje, el gran campeón Teo, se presentó con pulóver rojo diciéndole a los matanceros: ¡Qué gane el mejor!, y  a Taladrid que sacara sus propias conclusiones.

Stevenson junto a Leo García

Fue para nosotros un momento especial contar, en vivo, con esa gloria del deporte cubano, ver lo feliz que estaba entre el colectivo y los trabajadores de la radio.

Recuerdo que el segundo día Taladrad, al revelar jocosamente que la frase célebre “la técnica es la técnica y sin técnica no hay técnica”, era original de Teófilo Stevenson, el campeón ripostó, recordando cómo el desaparecido cronista Bobby Salamanca lo enredó entre las cuerdas de una fugaz entrevista que dio lugar a la famosa frase.

Entre música y palabras estuvimos casi toda la tarde jaraneando. Hasta hicimos cantar a Teófilo cuando el realizador Yamel Arias lanzó de fondo un tema del cantautor Tony Ávila, cuyo estribillo dice: sin técnica no hay técnica… y lo repetía en varias ocasiones. El súper pugilista sumó su voz a esa melodía, mientras que el sagaz Taladrid aprovechó para declarar el incidente ¡único en la historia! y el avispado Yamel grabó para siempre el sonido de su interpretación.

Durante las casi 72 horas que permaneció en la Atenas de Cuba, hubo tiempo para fotos, saludos y diálogos. En la primera oportunidad le recordé, caminando por los pasillos, tres momentos de sus anteriores visitas a la provincia.

El primero fue con motivo de la inauguración, en 1975, de la Escuela Secundaria Básica Décimo Festival, en Jagüey Grande. Lo acompañaba el pelotero capitalino Ubaldo Álvarez. Ellos formaban parte de la delegación cubana al Festival de la Juventud, en su décima edición, en Berlín, Alemania. Le señalé que en el grupo iba un matancero, que es mi hermano Manolito y rápidamente respondió: ¿Manolito García? ¡Ese es un jodedor cubano!

Comentamos sobre otro día en Limonar, la tierra de Javier Sotomayor, cuando el Príncipe de las Alturas lo invitó a un jolgorio popular. Ese día lo entrevistamos en el antiguo ómnibus de remoto de la emisora provincial.

También charlamos sobre un tercer momento, el torneo Giraldo Córdova Cardín, en 1977, durante el cual nosotros, como prensa, teníamos acceso al centro de entrenamiento, improvisado para el equipo nacional en la villa Kawama, de Varadero. Allí muchas veces lo vimos entrenando y almorzando con un litro de leche en lugar del vaso de agua. Él, sonriente, elogió mi buena memoria.

Lo sentimos aquí como si fuera un viejo amigo, se respiró entre nosotros una empatía natural que facilitaba el trabajo. En algunos momentos Stevenson, teniendo carro y chofer, se montó en nuestro caluroso móvil del remoto. El último día me dio su número telefónico y coordinamos futuras visitas.

Este cuerpo a cuerpo que nos concedió el Gigante del boxeo cubano los días 8, 9 y 10 del pasado mes, el hombre de puños fuertes y corazón noble, me hizo recordar a Joseíto García, tío de mi padre y boxeador profesional en los tiempos de Kid Chocolate.

Por las emociones que siempre regalaste a tu pueblo, ¡te recordaremos Teófilo! Pasando en nuestras frecuencias tu inigualable voz, que se ha reiterado por estos días también con las anécdotas junto al pegador Orestes Pedroso; el diálogo vía telefónica con el músico José Luis Cortés; tus cantos, tus sonrisas….

En nuestra memoria están grabados los tres combates con el corajudo matancero Roberto Gómez, tus victorias de Munic´72, Montreal´76, Moscú´80 y de las justas del orbe de La Habana´74, Belgrado´78 y  Reno´86 y tus peleas con Ángel Milián e Igor Visostki.

Gracias, mil gracias campeón, por estos tres rounds de amistad y alegría.

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